Hasta el gorro estoy de oír la
mariana cantinela cuyo estribillo espeta que “somos el motor de Europa, los que
más crecemos, la envidia de los alemanes…”, primero porque este supuesto
crecimiento –cual algunos tampones- no se nota nada, nada, nada; segundo
porque, aunque así fuera, está por ver que eso sea bueno; y tercero, porque eso
es, simple y llanamente, mentira, una mentira más de la “administración Recio”,
digooo….. Rajoy.
Ya tuvimos malas experiencias en
esto cuando el funesto expresidente Aznar se empeñó en que creciésemos más que
nadie, (aunque él, como diría Julio Iglesias, “se olvidó de crecer”), y vive
dios que hubo cosas que crecieron, sobre todo las cuentas corrientes de sus
amigos, los Bárcenas, Blesa, Camps, Correa, Crespo, Bigotes, Costa, Díaz
Ferran, Oliva, Balín, Sepúlveda&Mato,…, sin olvidar a los 11 de sus 14
ministros (Federico Trillo, Miguel AriasCañete, Ana de Palacio, Pilar del
Castillo, Ángel Acebes, Jaume Matas, Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Javier
Arenas y Cristóbal Montoro), todos ellos ejemplos vivos de su “milagro
económico”, que actualmente duermen en prisión, están imputados o están siendo
investigados por cobro de sobresueldos.
Se les llena la boca hasta
atragantarse a los señoritos del “gobierno” con el polvorón del crecimiento
- un 2% en 2014, dicen -, supuestamente
la tasa más alta del espacio europeo. Pero ya sabemos que de mentir saben un rato largo, así es que veamos los datos
reales:
En primer lugar, hay que decir
que eso del 2% es, simple y llanamente, mentira, ya que a ese 2% se le debe
restar la inflación (el 1,1% en 2014), con lo cual en el mejor de los casos, el
crecimiento real será de apenas un 0,9%, que ya no es lo mismo. Y si además
tenemos en cuenta que estos datos que Rajoy nos presenta en patena de oro están
inflados con motivo del cambio metodológico introducido por Bruselas en
Septiembre de 2014, que viene a suponer un incremento de un 1,55% por el
reconocimiento como inversión de la I+D y del gasto militar, mas otro del 0,87%
al incluirse las actividades ilegales, -como irse de putas, oiga- pues resulta
que realmente el incremento es negativo, y ello en mayor grado si se compara
con el de años anteriores, en los que no se incluían estos sutiles conceptos, ahora
introducidos por la UE para maquillar los datos resultantes de su funesta
política de recortes.
Pero es que, aunque fuera del 2%
-que no lo es-, tampoco seríamos “los que más crecemos de Europa”, ya que los
datos desmienten al caballero de la triste figura. Asina, según Eurostat –
fuente digna de crédito donde las haya-, por encima de nosotros crecen Malta,
Luxemburgo, Irlanda, Eslovenia, Estonia, Eslovaquia, Lituania, Hungría, Polonia
y Rumanía, que no son precisamente países ricos ni un modelo a seguir. Y yo me pregunto: ¿de qué presumimos entonces?
¿Es que nos gustaría estar como alguno de estos países?
¿De qué nos vale crecer tanto,
mientras seguimos malviviendo en un país en el que no se crea empleo o en el que el poco que se crea es de tan mínima calidad que se sigue siendo pobre aun después de encontrar trabajo,
en el que se pretende camuflar su insoportable nivel de paro sacando de cada antiguo
empleo de 8 horas 4 trabajadores a dos horas diarias, que tendrán que acudir a
Cáritas – mientras dure - para poder comer, en el que 1.800.000 hogares tienen
a todos sus miembros en paro mientras se continúa destruyendo empleo, en el que
la seguridad Social va a la quiebra y la inversión pública brilla por su
ausencia, en el que los servicios y derechos son tijereteados un día tras otro,
en el que nuestro jóvenes licenciados han de exilarse al extranjero para servir
copas en cualquier tugurio mientras tanto y tanto político inútil se forra
metiendo la mano en el saco nacional llevándoselo calentito hasta el saco suizo
(20.000 millones de euros han llevado hasta allí algunos hijos de la madre
patria), un país en el que se coloca a la universidad fuera del alcance de las
clases más desfavorecidas – entre las que se incluye, hoy por hoy, la antes pujante
clase media – para dejarla solo al alcance de las élites económicas, y con una ley mordaza
en la boca para no poder protestar por ello, un país en el que se mete la mano
en el bolsillo de nuestros abuelos y nuestros dependientes, en el que hoy se promociona
la energía solar como recurso energético y mañana se prohibitiza el sol, a golpe
de impuestos, para beneficio y solaz de esas eléctricas de las que, sí o sí,
mañana serán ejecutivos o consejeros, un país en definitiva sin proyecto ni
modelo económico? ¿De qué puñetas nos vale entonces este crecimiento del que tanto
nos cacarean? De nada.
Definitivamente, el incremento
del PIB no es el mejor indicador económico para medir la prosperidad de un
país, Y si no, que se lo pregunten a los chinos, que crecen nada menos que a un
10% pero viven en la miseria. Y es que, además de lo anteriormente dicho, el PIB no tiene en cuenta
el nivel de deuda, que en nuestro país es absolutamente escandaloso, por lo que
sería mucho más ventajoso rebajar esta deuda aun cuando el crecimiento fuese mucho
menor. Y, por si ello fuera poco, el PIB adolece de otra circunstancia que le invalida aun más
como medidor económico, y es el hecho de que este indicador solo adiciona
productos y servicios, pero nunca los resta, de forma que si realizamos un
aeropuerto como el de Castellón, sin clientes, trabajadores ni aviones, aumenta
el PIB, con independencia de que se use o no. Y si destruimos un edificio, tal
como el Windsor” tras su enigmático incendio, y luego lo reconstruimos, computará
la suma, pero no la resta… y si hacemos cinco veces esta misma operación,
sumaremos cinco veces lo mismo, aunque tengamos un solo edificio, que por otra
parte, ya existía antes de derruirlo por primera vez. Visto
así, debemos agradecerle a Rato y sus secuaces el uso intensivo que han hecho
de las tarjetas black en esos locales de actividad ilegal llamados putiferíos, gastillos que, como los
aeropuertos o los edificios en llamas, “suman pero no restan” : les suman
gustirrinín, pero no les restan caudales, ya que estos los pagan Caja Madrid y
Bankia, oséase, toditos nosotros.
Conseguir un crecimiento
financiándolo mediante endeudamiento, que es lo que están haciendo los
señoritos del Gobierno una vez conseguida la bajada de la prima de riesgo - que
ha bajado para todos los países europeos sin necesidad de sufrir a un mariano,
ya que es un mérito de Draghi, y no de aquél- es sencillamente un tremendo
error, ya que lo suyo es financiarlo internamente, aun cuando se consiga un menor
crecimiento, pero…. algún dato positivo había que dar ante la proximidad de las
elecciones. Pues aquí va este, el crecimiento del PIB de una sociedad en
precario, que no sirve para nada, pero viste mucho.
Y ahora, para comprobar hacia
donde nos dirigimos con nuestro maravilloso crecimiento (recordemos a aquellos enorrrmes PIB de la
era Aznar, cuando todo el monte era orégano, que generaron la burbuja
inmobiliaria, y con su explosión, el inicio de la crisis), echemos un vistazo a
la lista de los 10 países del mundo que más han crecido en los últimos 10 años:
10º.- Mozambique (7,3% anual acumulado)
9º.- India (7,4% anual)
8º.- Ruanda (7,7% anual)
7º.- Uzbekistán (7,7% anual)
6º.- Camboya (7,9% anual)
5º.- Chad (8,5% anual)
4º.- Birmania (9% anual)
3º.- Etiopía (9,5% anual)
2º.- China (10,2% anual)
1º.- Angola (10,3% anual)
Está claro que cuanto más bajo se está, más fácil es crecer, y nosotros estamos muy muy abajo, casi tanto como los superpaíses de la lista anterior,
la de los altos crecimientos e inmensa deuda pública. Pudiera ser que pronto apareciera Españistan en este maravilloso ranking, pero viendo quienes
serán nuestros compañeros, ¿alguien además del Gobierno cree que esto será
bueno para nosotros?.
Yo, que sin ser ejemplar soy un
hombre de ejemplos, voy a tirar de este recurso de tontos con el que los tontos
del gobierno quieren hacernos pasar por tontos a nosotros: Imaginemos que
nuestro mariano presidente fuera un indigente – por ejemplo, uno de tantos desahuciados
hipotecarios de estos que la Botella y la Espe quieren eliminar por ser un
obstáculo para la limpieza de las calles de Madrid – que anduviera mendigando “una
limosnita, por caridad” cuando observa cómo aparca a su vera un impresionante
Rolls negro, del que se apea la Merkel portando un par de zapatos usados en las
manos. La Merkel se acerca a él y le
dice: “Marianico, como te has portado bien y has hecho todo cuanto te he dicho,
te voy a hacer un favor : ponte estos zapatos que te entrego, que aunque usados
están mucho mejor que los que llevas puestos, y cuenta a todos esta buena nueva”.
La Merkel se da la vuelta y, caminando sobre sus manolos de a 1000 eypos la pareja, se introduce en su flamante
Rolls y ordena a su chófer que continúe su camino. Cualquier persona “normal” que
estuviera en el lugar del mendigo, aun ligeramente aliviado, maldeciría su
vida y su perra suerte, pero la moraleja de nuestros dirigentes, la que nos quieren imponer
“en vena”, sería otra bien distinta : Somos los mejores. La
Merkel continúa con los mismos zapatos en tanto que los de él Rajoy han mejorado… Y, por extensión, ¡qué
gran avance hemos obtenido los españolitos con nuestros zapatos nuevos, que gran crecimiento de nuestro
nivel de vida hemos alcanzado… y ¡cuánta envidia deben de tenernos los pobres alemanes,
que en lugar de crecer permanecen estancados en sus mismos zapatos!
Vaaaaale, Rajoy, para tí la perra
gorda : España, va bien, mú bien, y gracias
a tí y a tus mariachis, pronto seremos como los chinos, y creceremos a un 10%. Ah!, y trabajaremos 16 horas al día por 200
euros al mes – sábados, domingos y fiestas de guardar incluidas-, viviremos 8
personas hacinadas en pisos de 30 m2, comeremos "latas" (y otlos animalitos de cuatlo
patas de los que andan sueltos pol las calles), encabezaremos el ranking del índice de suicidios y arrojaremos a los contenedores a las niñas recién
nacidas, que consumen mucho y producen poco.
Zài jiàn.