Alas anunnakis

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lunes, 5 de septiembre de 2011

Y PA DESTENSAR...


El único, el inefable, el inimitable, el imponderable............... ¡¡¡¡¡¡¡Aznarisitas de las Azores!!!!!!!!


EL ARCA DE NOÉ


 
Empecemos por la Sección Femenina, ¡¡¡ A ver si os enteráis, coño!!!:


Y lo peor es que, con tantas voces, ha despertado al Caudillo. Que se preparen los masones, los rojos.... y los maricones.

 

Pero claro, el Caudillo no ha podido evitar acordarse del talante de los rojos, así es que, por alusiones........:


Y, como no, los otros aludidos, los maricones. He aquí a la mariquita de "los chuches":



¡¡¡Ay, Rajo, qué callado te lo tenías....!!! Bueno, pues nos vemos donde los palomos cojos  


Pero no se preocupe Ud, Generalísimo, que con estos tres capullos todo queda atado y bien atado....








Y HABLANDO DE UNA CIRCULACIÓN SEGURA...


Así no hay manera.   No puedo con mi vida...

EL ÍDOLO DE ORTEGA CANO


Si es que tenemos lo que nos merecemos...


PA UZTEDE, QUE TENEI ECOLOMATO

by "El Risitas"

sábado, 3 de septiembre de 2011

TE GUSTAN LAS MOTOS?

Tienes una Harley????  No???   Pues te jodes.



Y PA DESTENSAR EL AMBIENTE....


Quién mejor que este patético eccehomo como soporte para un chiste del risitas?



A VER SI ALGUIEN TOMA NOTA....


La prensa matutina anuncia hoy que IKEA donará 42 millones de euros, con cargo a los beneficios obtenidos el pasado año, para paliar el hambre en el Cuerno de África.
Chapeau por IKEA. A ver si algunos, sobre todos los que predican la solidaridad y el amor al prójimo se enteran de que la caridad debe empezar por uno mismo y partir del bolsillo propio, no del de los demás. Máxime cuando hablamos de la Iglesia, una institución cuya principal razón de ser es –o debiera ser- la predicada por Jesucristo y relatada en la parábola de ese buen samaritano, tan socorrido y cacareado en homilías dominicales:  la solidaridad, la caridad y la ayuda al necesitado. 

Alguno dirá que a IKEA le cuesta poco trabajo hacer esto, ya que se trata de donar una parte de sus pingües beneficios, por la cual no pagará impuestos.  Cierto. Pero también se ha publicado que el IOR, más conocido como Banco Vaticano, ha obtenido el año pasado no sé cuántos miles de millones de euros de beneficios, y que yo sepa, no ha hecho nada similar. Pero claro, seguramente porque ese dinero lo necesita para más altas metas que salvar vidas humanas, tales como pagar millonarias indemnizaciones para evitar la cárcel –y con ello, el escarnio de la institución- a muchos cientos de curas pederastas, o tapar bocas en otras situaciones comprometidas, tales como cuando estuvo implicada en un importante escándalo político y financiero allá por los años 80 en relación al derrumbamiento del Banco Ambrosiano, del cual el Vaticano era un importante accionista que finalmente aportó voluntariamente 406 millones de dólares a los bancos acreedores para evitar mayores escándalos a la Santa Sede. Para estas cosas y otras aún peores la iglesia siempre tiene dinero.
Pero es que, en cualquier caso, donar para desgravar impuestos es exactamente lo que han hecho otras grandes empresas con ingentes beneficios, como el Banco de Santander o El Corte Inglés patrocinando el jolgorio de las JMJ, con la diferencia de que en este caso el Corte Inglés no se beneficia sólo de las desgravaciones fiscales, sino también –y sobre todo- de la impresionante campaña publicitaria que este patrocinio le ha supuesto (todo Madrid estaba forrado con carteles, pegatinas o insignias de esta empresa), multimillonaria campaña que así vista le habría salido gratis.
Evidentemente, no es lo mismo gastarse 42 millones de euros en una campaña de ayuda “invisible y a puerta cerrada”, como la de IKEA, que en otra que se anuncia a bombo y platillo en toda la Gran Vía, el barrio de Salamanca y la Puerta de Alcalá, así como en el millón y medio de camisetas, mochilas y artículos de “supervivencia” puestos a disposición de otros tantos “peregrinos”. Y no digamos ya de su difusión mundial y gratuita a través de los medios de comunicación.
Y sobre todo, no es lo mismo –vive Dios que no lo es- destinar esta ingente cantidad de dinero a sufragar los escandalosos costes necesarios para que Su Eminencia se dé un baño de multitudes en un país que, como él bien sabe, cada vez cree menos en lo que es y en lo que representa, que en salvar vidas humanas, aunque sea la de negritos pobres no afiliados al "club" y que no podrán enarbolar banderas de Dios te salve en las próximas JMJ. Los dineros “solidarios” de El Corte Inglés han servido para que el Papa exquisite su paladar con las mejores y más caras viandas preparadas por Arzak o cualquier otro supermacrorestaurador de moda, le confeccionen sus divinos ropajes los más afamados y bien remunerados modistos, o se pasee en dos papamóviles traídos expresamente desde Italia (en aviones Hércules españoles, claro, que pagamos todos) y realizados a partir de sendos Mercedes 400  (¿no podría haberse utilizado un Citroën Xantia?. El Papamóvil es el taxi más caro del mundo: parece ser que cada hora de trayecto con ocupante divino sale por 800.000 euros de nada. O lo que es lo mismo: 13.333 euros por cada minuto que ha pasado Benedicto XVI en España). Si Jesús lió la que lió en el Templo de Jerusalén por encontrar a gente mercadeando en él, no me quiero imaginar la que liaría si levantase la cabeza y viera con la vergonzosa y vergonzante opulencia con la que vive su representante en la Tierra. Ojito con esto, porque se dice por los mentideros de la red que está próxima la segunda venida del Mesías, así es que los habitantes de la Santa Sede que se vayan "arremangando las enaguas" y se preparen para correr...

No voy a entrar en la más que discutible polémica sobre cuánto ha costado este espectáculo confesional-erótico-festivo a las arcas públicas, aunque tan sólo sea en concepto de los estimados en 20 millones de euros que ha dejado de recaudar por impuestos desgravados por las cantidades donadas por las empresas patrocinadoras, o en si ha dejado más o menos dinero en los despoblados bolsillos de los hosteleros madrileños. Si es así, me alegro por ellos. Pero no olvidemos que si bien estos hosteleros necesitan de esta ayuda para no perder su negocio o su vivienda –que no es poco-, las gentes del cuerno de África –y digo gentes por ser generoso, porque realmente los tratamos como a animales y los dejamos morir como perros- la necesitan para salvar lo único que tienen: sus propias vidas. Ante uno y otro fin, creo que la cosa está clara. 
Paradójicamente, la Iglesia predica el respeto a la vida y considera un asesinato la destrucción de un feto de unas pocas horas, pero deja morir impunemente a miles y miles de niños que podrían salvar sus vidas quizás por el precio de una de esas mochilas de peregrino.... Según  la ONG Intermón Oxfam, “con 28 euros, podremos proveer 1 día de agua potable a 175 personas, con 56 euros, podremos proporcionar la comida necesaria para alimentar una familia de 6 personas durante dos semanas, y con 112 euros, podremos evitar la muerte de 140 animales, fundamentales en este momento de crisis porque son fuente de alimentación y de ingresos para las familias afectadas”. ¿Cuántas cosas buenas podríamos hacer con los 55 millones de euros despilfarrados en Madrid?
No pocas gentes consideran indecente el coste de este evento, lo haya pagado quien lo haya pagado, pero sobre todo si es el estado, la iglesia o ambos quienes lo han hecho.  Y ello no solo por la situación de crisis que padece España, sino por la de países que se encuentran en la más total y absoluta indigencia personal y económica.
Numerosos grupos católicos de base se han opuesto en este fiestón por considerarlo "un despilfarro y una ostentación de poder", pero allá cada uno con su conciencia. Que cada uno decida dónde y cómo su caridad resulta más necesaria, y no más pública, rentable o divertida. 

Y usted que lo vea, su Eminencia.