Alas anunnakis

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jueves, 22 de enero de 2015

NO HAY MÁS QUE POR CIEN AÑOS DURE



Gracias a dios – o a quien corresponda- porque lo de este hombre es droga dura.  Esa cantinela del derecho a decidir que a estas alturas continúa machacando nuestros oídos suena ya a algo sobado, muy sobado, tanto que ya no importa un bledo ni a los propios correligionarios de Mas, ese coro de seises que antaño coreaban al alimón las paranoicas consignas de tan insigne caudillo... hasta que presenciaron cómo el castillo de naipes se iba derrumbando al mismo tiempo que su profético mesías se estrellaba una y otra vez contra el muro de la ley, la justicia e incluso el del sentido común.
Pero ese Joe Rígoli del siglo XXI, como aquél, sigue.  La linde se acaba y el tonto sigue y sigue sin más compañía que la de su ¿fiel? escudero Oriol Panza, otra pena en danza.  De aquesta manera, este fidalgo de triste figura proclama y reclama por esas diagonales y ramblas el derecho de los catalonios a decidir el futuro de un trocito de la madre patria, despojando con ello al resto de los españolitos de ese mismo derecho que para sí tan “justamente” reclama.
Dicen, señorito Mas, que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.  Y tus continuas faltas de aprecio hacia el resto de los españoles son los que están abriendo en canal este país y desgajándolo en dos antagónicos trozos, el de la Catalonia rica, autosuficiente, prepotente y antisolidaria, poblada de catalonitos dotados de tales y divinos privilegios, y el de los míseros e insignificantes españolitos, casta de parias que, según tu mente privilegiada, bien deberían preocuparse en llegar a final de mes en lugar de dedicarse a poner palos en las ruedas de la más que legítima maquinaria del independentismo catalán.
Tú no sumas, Mas, sino que restas, tas, más que sumas. Y entre sumas y restas – más restas que sumas- tu ansiada catalonia agoniza entre tu catatonia y tu locura, entre corrupciones y corruptelas, entre paro y miseria, entre impuestos impostados por impostores importados de las Mas sucias cloacas de tu catalonia querida. Dedícate a otra cosa, Mas de mi vida, que tus desvaríos no son lo que quitan el sentío a esta España hundida. Échate a los campos, Mas de mis entretelas, y ensarta con tu lanza a monstruos, gigantes, tarascas y otras bagatelas.
O mejor aún, métesela por detrás, entera, a tu Sancho Panza, el estafermo Oriol Junqueras.